Mons. Aldo Giordano: Palabra de Dios y dialogo.

Un hombre sencillo y bueno, apasionado de la Palabra, de gran equilibrio e inteligencia, al servicio de la Iglesia y del pueblo, a pesar de la difícil actividad diplomática. Monseñor Aldo Giordano, de 67 años, se apagó el 2 de diciembre en Lovaina, Bélgica, donde fue hospitalizado por covid. Después de haber sido nuncio apostólico en Venezuela, ejerció el mismo servicio en la Unión Europea. Muy cercano a la Familia Paulina, había asegurado su presencia y su bendición con motivo del 25 aniversario del Sobicain de Caracas, hace unos años.
El 8 de mayo, el Papa lo nombró nuncio apostólico en la Unión Europea después de casi ocho años al frente de la representación papal en Venezuela. Como siempre, respondió de inmediato con su «aquí estoy», aunque -como él mismo confesó- sentía mucho cariño por el pueblo venezolano, cuya profunda fe y heroísmo admiraba en este período de gran sufrimiento. En una entrevista reciente expresó su confianza en que en esta nueva misión volvería a encontrarse con el Señor: “Mi fe me dice que Cristo Resucitado me precede y me espera en Bruselas. Cuento con esto«.
Volvemos a proponer el saludo que Mons. Giordano nos dirigió con motivo del 25 aniversario del Sobicain en Caracas en 2018, seguro de que seguirá acompañándonos desde el cielo.