SOBICAIN

Centro Bíblico San Pablo

SOBICAIN / Centro Bíblico San Pablo

1° de mayo… En la bodega de san José.

Italia

La bodega de José en Nazaret es un lugar en el cual los artistas prefieren ambientar las escenas de la Sagrada Familia. Se trata de un puesto evocador por la presencia de los objetivos de trabajo, y significativo para ser la fuente de sustento económico, así como el lugar de donde viene el Hijo «adiestrado en el humilde arte de la carpintería» (como recita un himno del Salterio). De hecho, con estas imágenes se subraya de nuevo el rol concreto de José el cual, además de haber sido el custodio y protector, aquí se convierte también en aquel que tiene el mérito de haber acercado a Jesús al trabajo humano: tarea típica del ejercicio de la paternidad al menos hasta el siglo XX.

De este género, una interesante obra cercana a nosotros en el tiempo es aquella de John Everet Millais, Cristo en la casa de los padres (óleo sobre tela de los años 1849-1850), en Londres, en la Tate Gallery, con un José no viejo sino más bien calvo, vestido de manera simple y adapto al lugar y a la actividad. Jesús está al centro de la escena y se ha herido con un clavo en la mano: una gota de sangre le ha caído en su pie. Enseguida acude en su ayuda la madre María, mientras que el padre José suspende el trabajo para comprender el tipo de herida. Es una representación realística, menos agradable que otros y un poco más inquietante.

Otra obra, que alude a la futura pasión de Cristo, es aquella de Juan Francisco Barbieri, llamado “el Guercino”, Jesús en la bodega de San José (óleo sobre tela de los años 1620-1622), que hace parte de la Colección de la Curia Arzobispal de Milán. Aquí José se encuentra en su laboratorio, pero no se encuentra ocupado en su trabajo. Parece ser, más bien, en un momento de reposo en el cual tiene en brazos a un Jesús más pequeño en edad del precedente. El hijo, con el brazo derecho se alarga hacia el plan de trabajo, apretando entre los dedos un clavo largo (una referencia al instrumento de la crucifixión) mientras que con el brazo izquierdo abraza el cuello del padre, asumiendo la posición del crucificado: ella también se recuerda por la desnudez de los brazos y el torso del niño, vestido púnicamente con una manta en la zona inferior. José, a pesar de estar inclinado hacia los instrumentos de su trabajo casi quiere mostrárselos a Jesús (aquí se encuentra un martillo y unas tenazas que refuerzan la referencia al viernes santo), lo aprieta enérgicamente a sí, de alguna mera presagiando el destino doloroso del niño. Sin embargo, no lo retrae de esta actividad: aunque entristecido, parece aparecer ya consciente de valor salvífico del sufrimiento del amado hijo.

Se puede ver el video aquí.

Extracto tomado de un volumen de Nicola Pistolesi que se publicará en Ediciones San Pablo

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