SOBICAIN

Centro Bíblico San Pablo

SOBICAIN / Centro Bíblico San Pablo

Biblia Latinoamérica

1 Les dictarás estas leyes:

2 Si compras un esclavo hebreo, te servirá seis años: el séptimo saldrá libre sin pagar rescate.3 Si entró solo, saldrá solo. Si tenía esposa, ella también quedará libre lo mismo que él.4 Si su patrón le dio la mujer de la que tiene hijos, éstos y la madre serán del patrón y él saldrá solo.

5 Si el esclavo dice: «Estoy feliz con mi patrón, con mi esposa y mis hijos, no quiero salir libre solo»,6 el dueño lo llevará ante Dios y acercándolo a los postes de la puerta de su casa le horadará la oreja con su punzón y este hombre quedará a su servicio para siempre.

7 Si un hombre vende a su hija como esclava, ésta no recuperará su libertad como hace cualquier esclavo.8 Si la joven no agrada a su dueño que debía tomarla por esposa, el dueño aceptará que otro la rescate; pero no la puede vender a un extranjero, en vista de que la ha traicionado.9 Si la ha destinado a su hijo, le dará el trato de una joven libre.10 Si se casa con ella y, después, con otra, no le disminuirá a la primera ni el vestido ni los derechos conyugales.11 Y si no le da estas tres cosas, la joven saldrá libre, sin pagar nada.

12 El que hiera a otro y lo mate, morirá.13 Si no fue intencionado, solamente porque Yavé dispuso así el accidente, yo te enseñaré un lugar en el que podrá refugiarse.

14 Pero si alguien ataca a su prójimo y lo mata por traición, hasta de mi altar lo arrancarás para matarlo.

15 El que le pegue a su padre o a su madre, muera sin remedio.

16 El que rapte a una persona, la haya vendido o esté en su posesión, muera sin remedio.

17 El que maldiga a su padre o a su madre morirá.

18 Si dos hombres se pelean y uno hiere al otro con una piedra o con el puño, pero no muere, sino que, después de guardar cama,19 puede levantarse y andar por la calle apoyado en un bastón, el que le hirió no será culpado, pero pagará sus jornales perdidos hasta que su recuperación sea completa.

20 Si un hombre golpea a su esclavo o esclava con un palo, si mueren en sus manos, será reo de crimen.21 Mas si sobreviven uno o dos días no se le culpará, porque le pertenecían.

22 Si unos hombres, en el curso de una pelea, dan un golpe a una mujer embarazada provocándole un aborto, sin que muera la mujer, serán multados conforme a lo que pida el marido ante los jueces.

23 Si hay lesiones, pagarán vida por vida,24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.

26 Si un hombre ha herido el ojo de su esclavo o esclava, dejándolo tuerto, le dará la libertad a cambio del ojo que le sacó.27 Si le hace saltar un diente, lo dejará libre también a cambio de su diente.

28 Si un buey cornea a un hombre o a una mujer y los mata, será muerto a pedradas. Su carne no podrá comerse, pero el dueño del buey quedará libre.29 Mas si el buey corneaba de tiempo atrás, y su dueño aun advertido no lo vigiló, y ese buey mata a un hombre o a una mujer, será muerto a pedradas, y su dueño también morirá.30 Si los jueces le imponen solamente una multa, dará a cambio de su vida todo cuanto le impongan.

31 Si cornea a un muchacho o a una muchacha, se seguirá la misma norma.32 Si lo hace a un esclavo o a una esclava, se pagarán treinta siclos de plata al dueño de ellos, y el buey morirá apedreado.

33 Si uno deja abierto un pozo, o si no tapa el pozo que está cavando, y luego cae en él un buey o un burro,34 el propietario del pozo pagará al dueño de los animales el precio en dinero, pero el animal muerto será suyo.

35 Si el buey de uno cornea al buey de otro, causándole la muerte, venderán el vivo, repartiéndose el precio; del mismo modo se repartirán el buey muerto.36 Mas si era notorio que el buey corneaba desde tiempo atrás, y su dueño no lo vigiló, pagará buey por buey, y el muerto será suyo.

37 Si uno roba un buey o una oveja y los mata o vende, pagará cinco bueyes por un buey y cuatro ovejas por una.

  • Levítico 25,3
  • Jeremías 34,14
  • Levítico 24,17
  • Números 35,16
  • Deuteronomio 4,42
  • Deuteronomio 19,1
  • Josué 20,1
  • Primer Libro de los Reyes 1,50
  • Deuteronomio 21,18
  • Evangelio según Mateo 15,4
  • Génesis 4,23
  • Evangelio según Mateo 5,38
Éx 21,1

Se notará la importancia que se da a la situación de los esclavos, y que ocupa una buena parte de este capítulo. Dado que la alianza de Yavé con Israel había nacido en una experiencia de liberación, era imposible que los sacerdotes no recordasen constantemente que la situación de israelitas, esclavos de otros israelitas, era contraria al orden establecido por Dios.

La esclavitud era una práctica generalizada en casi todos los países, ya sea que los esclavos proviniesen de prisioneros de otras naciones vencidas u ocupadas, ya sea de personas que tuvieran que entregarse o que fueran vendidas para pagar deudas. Esta situación resultaba más delicada si se tiene en cuenta el nivel de las técnicas, pues era muy difícil hacer funcionar una sociedad sin esclavos. De hecho, fuere cual fuese la influencia del cristianismo en las poblaciones cristianas de Europa, lo cierto es que la esclavitud no desapareció de allí hasta que se inventó la collera de tiro de los caballos, lo que multiplicó por tres su fuerza de tracción.

La Biblia contiene diversas legislaciones referentes a los esclavos, que se perfeccionan o son reformadas con el progreso de la conciencia social. Pero estas leyes tan sólo protegen a los esclavos israelitas, mientras que los extranjeros son dejados a la discreción del patrón y de su sentido de humanidad. Los principales textos al respecto son Lev 25,39-55 y Dt 15,12-18.

Éx 21,5

Para un esclavo era poco menos que un deber el engendrar hijos que pertenecerían a su amo y trabajarían para él. El esclavo que lograba pagar su deuda podía escoger entre irse, pero dejando a sus hijos, o quedarse con su patrón definitivamente. Muchos esclavos preferían seguir en la esclavitud, pues no se sentían capacitados para rehacer su vida solos, y en ese caso se celebraba el rito mencionado en este lugar y que explica las palabras de Sir 33,31.

Éx 21,7

Un padre que se veía reducido a la miseria podía vender a sus hijos como esclavos: véase Ne 5,5. Las hijas vendidas pasaban fácilmente a ser concubinas; eran consideradas como hijas de la familia patronal y también adquirían derechos especiales.

Éx 21,21

La viuda y el huérfano. Esta expresión se encontrará en muchos lugares, y representaba en dos palabras a todas las personas que no tenían ningún apoyo legal y que debían ser protegidas. Se trataba de una situación nueva, dado que en el pasado el clan se preocupaba de todos sus miembros. Bien diverso de lo que ocurre hoy en las sociedades ricas, en que ni tan siquiera los familiares se quieren hacer cargo directamente de sus ancianos.

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