1 Dirijo la mirada hacia los montes:
¿de dónde me llegará ayuda?
2 Mi socorro me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
3 No deja que tu pie dé un paso en falso,
no duerme tu guardián;
4 jamás lo rinde el sueño o cabecea
el guardián de Israel.
5 El Señor es tu guardián y tu sombra,
el Señor está a tu diestra.
6 Durante el día el sol no te maltratará,
ni la luna de noche.
7 Te preserva el Señor de todo mal,
él guarda tu alma.
8 El te guarda al salir y al regresar,
ahora y para siempre.
Dios es fiel: día y noche no duerme, no dormita. Está preocupado, atento a lo que pasa.
Camino de Emaús, Jesús va con ellos y no lo reconocen.
«Si Dios está a favor nuestro, ¿quién puede estar contra nosotros?»
Puede ser la oración de los cristianos que emprenden un camino difícil: un convertido, un nuevo hogar, un futuro sacerdote, el que tiene un compromiso importante con el bien común.